Corazón de plástico: Prueba superada. (Lobo)

Domingo 2 de julio, 23.59 hrs, se apagan los equipos del estudio de grabación. Marco, Javier, Juan y Cristian el sonidista, salen de la vieja edificación de calle Poupin y en medio de una fría noche se retiran a sus casas.
Así queda registrado el momento en que se termina de grabar la nueva canción de Los Con Dones, luego de casi 5 años alejados de las grabaciones. Corazón de Plástico, el single elegido para iniciar el retorno a la onda creativa, había llegado a su punto final, en lo que a grabación se refiere y daba inicio a la etapa de mezcla y postproducción, tarea que quedará íntegramente encomendada a cristián, nuestro ingeniero en sonido.
La gestación fue larga. Casi 2 años pasaron desde el momento en que la criatura fuera concebida como una melodía de 15 segundos (ver historia en entrada anterior) hasta convertirse en una canción en su forma completa.

La trompeta, los arreglos de teclado y las voces, era lo que estaba faltando para terminar la grabación iniciada en la sesión de hace 2 semanas. pero esta segunda sesión, a pesar de ser la más liviana, al menos en el papel, resultó ser bastante agotadora y extensa, ya que comenzamos a trabajar como a las19 horas y terminamos casi a la medianoche.

Grabando las voces

Emociona cuando llega el momento de convertir una creación en algo tangible, real, perenne. Emociona a tal punto que resulta dificil convencerse de que lo que se está cantando, está quedando definitivamente registrado y que ya no habrá posibilidad de modificarlo.
Me resultó incómodo entrar al cubil y cantar la canción. Me sentía observado, me distraían las personas que estaban al otro lado del vidrio, y eso que eran algunos compañeros de banda. Probamos con unas 2 o 3 tomas y la cosa no prendía, se notaba la voz de carrete trasnochador y de cigarrillo. Faltaba onda, intención, creerse el cuento quizás. Y se comenzó a poner cuesta arriba.
Seguimos probando y aunque hubo leve mejoría, no se lograba el objetivo. Hasta que en uno de los pasajes de la grabación, Juan Leonel, el músico que nos está aportando con sus teclas, entró al cubil y me contó que en una sesión de grabación en la que él había estado alguna vez, la persona que cantaba pidió que le apagaran las luces del set para poder moverse con confianza y que había resultado muy bueno. Me sugirió que probara de esa manera. Lo hicimos así, apagamos las luces, se creó un ambiente y comencé a cantar y a recordar los momentos que habían inspirado la letra. Me sentía cómodo con la canción, recordé que era mía, recordé que la había creado pensando en alguien. Y esos recuerdos vinieron en la oscuridad. Pum! 2 o 3 tomas más y se dejó la versión definitiva, con voz de carrete y cigarrillo, pero con el corazón latiendo a mil.
Me imagino que a los cantantes profesionales no les pasará que les resulte tan dificil grabar sus creaciones, pero a mi, como amateur, con mas ganas que técnica, con más pasión que calidad me resultó una experiencia fuerte.
Luego vino el segundo obstáculo: grabar la segunda voz y eso le correspondía a Javier, que tampoco lograba convencer al ingeniero y productor. Se escuchaba forzado, no recordaba bien la letra y ya el reloj daba las 23 horas. El cansancio se hacía notar en el ambiente. Finalmente se solucionó haciendo un compose con una pista que incluyó voces mías y de javier para hacer los coros.
Ahora todo queda en manos de Cristian, o mejor dicho en su oído. Será el quien deba realizar la mezcla final para el lanzamiento como single, y probablemente deba meterle tijera a los casi 5 minutos de canción, para convertirla en una versión "radial" de no mas de 3 minutos y medio.
Pero, sea como sea, se logró lo que se quería: terminar la grabación y convertir la "canción X" en "Corazón de plástico".

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